Una narración genérica, aunque agradablemente animada, que malinterpreta las características que hacen del Garfield de Jim Davis un personaje singularmente atractivo.
Hay una verdadera crisis de imaginación en los largometrajes de animación de los estudios, y los 'Minions' son el principal ejemplo de una propiedad poco inspirada que existe simplemente para producir contenido sin sentido.
Como película, se siente como una lista de reproducción aleatoria que incluye las 40 canciones más populares de los últimos años desde el lanzamiento de la original.
El hecho de que una directora pueda reunir semejante madurez emocional y una gran originalidad narrativa en su primer trabajo, sobre todo desde un punto de vista profundamente personal, resulta sorprendente.
Watkins guía al elenco con gran emotividad. En términos generales, esta propuesta electrizante y reflexiva tiene éxito, priorizando lo mordaz sobre lo sutil.
El compromiso de Sisto con la abstracción temática y la entrega cinematográfica de ideas cautivadoras a través de un naturalismo ligeramente estilizado lo posiciona al nivel de cineastas aclamados. El resultado es bastante notable.
Soto logra un tono equilibrado, reflexivo y tenso. Se diferencia de otras películas similares por su locación, sus impresionantes motocicletas y una credibilidad que se basa en los personajes imperfectos que la pueblan.
Youssouf ofrece una interpretación muy enérgica. Tiene mucho mérito el control que demuestra Maïmouna de una historia tonalmente engañosa y un reparto de recién llegados.
Una obra imperfecta de un titán del medio sigue siendo superior a la mayoría de productos que sacan los estudios para recaudar y que son como babysitters cinematográficas.
Un mágico thriller de ciencia-ficción con un sesgo empoderado que, aunque imperfecto por su ambición, pone a las mujeres a cargo de sus propios destinos.
La forma y el contenido se entrelazan magistralmente en los melodramas de Yamada, y precisamente por eso resultan tan efectivos a la hora de lograr conmovernos profundamente.
El guion del director y de Thayná Mantesso es hábil y conciso. Su estelar actuación principal y su estética de realismo social tienen cierta crudeza de espíritu.
Una película extraña y magnética. El movimiento fluido y las exageradas características humanas, características de la animación de Yuasa, alcanzan aquí un poder gráfico que ofrece momentos realmente magníficos.
Digna de múltiples visionados, establece que en nuestra fijación con las resoluciones, no nos damos cuenta de que la existencia humana implica pausar y reiniciar, olvidar y recordar, herir y perdonar, aprender y dejar atrás.
La película más resumidamente perfecta del año pretende hacer por nosotros lo que el compañerismo hace por su pareja: hacer esta vida traicionera un poco más llevadera.
Aunque ciertamente es difícil empatizar a un nivel racional, extrae una impactante belleza de estos actos de locura, convenciéndonos de sus connotaciones trascendentales.