Una película que consiste esencialmente en tres personas manteniendo una larga conversación en una habitación vacía y sucia, y estuve al borde de mi asiento casi todo el tiempo.
Entiende que su historia es demasiado desoladora para convertirla en un verdadero entretenimiento pop. Y aunque es encomiable, también hace que en ocasiones sea insoportable de ver.
Stone pasa gran parte de la primera hora hablando de minucias de informes de balística y de autopsias, lo que genera una narrativa desequilibrada. A pesar de esto, no se puede negar su talento como cineasta.
Es una serie absorbente, adictiva y seductora. Se adentra en lugares oscuros, pero hay un aire de desconexión en todo ello que hace que todo sea fácil. Un magnífico diseño de producción y grandes interpretaciones.
No cabe la menor duda que muchos espectadores sentirán asco y horror hacia lo que Cronenberg ha creado, y me parece genial. 'Possessor' no es un film para todo el mundo. Eso es lo que hace que sea tan especial y emocionante.
La conexión entre Smith y Lawrence sigue siendo evidente y resulta muy entretenida. Es una sorpresa agradable, ya que la película tiene un trasfondo emocional.
Como narrador y director de cine, McKay no tiene nada que aportar sobre los temas que está explorando, y ni siquiera debió intentar abordarlos. Es un derroche de tiempo y talento.
El terror que aquí se muestra está tan bien escenificado que podrás ignorar las carencias de la película y entregarte a los escalofríos sin ningún problema.
Lo que comienza como una comedia romántica extravagante se convierte en algo mucho más perturbador y extraño. Cuando el guion intenta ofrecer respuestas a algunos de sus múltiples misterios, resulta insuficiente.
Su lado bueno: es un experimento realmente extraño, de los que justifican el 'ver para creer'. Su lado malo: una total y absoluta pérdida de tiempo que deliberadamente juega con el espectador.
A pesar de lo mucho que disfruté, también me dejó con ganas de más. Es una experiencia culinaria que justifica el precio de la entrada, especialmente por la inquietante interpretación de Fiennes.
Logra captar el terror que rodeó a los atentados y las muertes que se produjeron. Ojalá hubiera renunciado a las estrellas invitadas y hubiera tenido la suficiente confianza para contar la historia por sí mismo.