Quizás la película comercial más arriesgada en años. La carta de amor de Vaughn a las películas de espías puede ser irregular a ratos, pero es ultra-violenta, desbordante y suficientemente entretenida para sobreponerse a sus fallos.
Soderbergh continúa su éxito después de la jubilación con un intrigante thriller psicológicos que resalta el desarrollo de los personajes, gracias a la destacada actuación de Kravitz y un guion meticulosamente elaborado por Koepp.