Aunque se tarda un poco en asentarse en el ritmo desorientante e imprevisible de 'Anomalisa', Kaufman nos termina embrujando con su nuevo enfoque del tema más viejo y trillado del cine: chico encuentra a chica...y empiezan las ansiedades.
La pregunta es... ¿Por qué? Todo parece lo mismo de siempre, como hecho por obligación. 'Aladdin' no es mala película, pero no hay nada que justifique su existencia.
A pesar de su aguda crítica feminista, 'Big Eyes' mantiene una ligereza encantadora. La lección podría ser que Burton se beneficie al explorar fuera de su habitual y sombría zona de confort con mayor frecuencia.
Con mucho estilo pero poca sustancia, este salvaje thriller de espías de la Guerra Fría, intenta resucitar las apolilladas series televisivas de los 60, tal y como hizo 'Mission: Impossible'. Pero esta vez, no funciona.
DuVernay ha dado un gran servicio con 'Selma'. No sólo ha hecho una de las películas más poderosas del año, nos ha regalado un necesario recordatorio de lo que King hizo por este país.
Una melancólica reflexión sobre el paso de la niñez a la vida adulta. Su renuncia a evadir los grandes temas la convierte en una película poderosa y excepcional.
Streep eleva 'The Post', transformando esta narración sobre la Primera Enmienda en una historia feminista. Spielberg presenta esos momentos cruciales de la historia estadounidense de manera accesible.
La película resulta poderosa en algunos momentos, aunque presenta cierta cualidad televisiva y está cargada de clichés. Los momentos más memorables, los que realmente permanecen contigo, son las escenas con Stone y Andrea Riseborough.
Wan aprieta magistralmente los tornillos sobre los nervios de la audiencia, usando el tono y los efectos de sonido para causar una conmoción que nunca parece barata.
La película se sostiene gracias a su fetichismo de la época y las interpretaciones de Susan Sarandon y Lea Thompson. Sin embargo, no logra alcanzar la misma repercusión emocional que otras comedias, como 'Adventureland'.