Se las ingenia para ser entretenida. Nunca excelente, tenlo en cuenta (tan solo aceptable), pero vale la pena las dos horas que dura siempre y cuando tengas claro qué clase de producto te espera.
No cabe duda de que Roger Ebert tiene razón al afirmar que esta es la película definitiva sobre zombis, y es cierto. Presenta un tono decididamente lúgubre y nihilista que refleja una visión desoladora del mundo.