Una obra elegante de una saga pobre. Khalfoun decepciona al no aprovechar el elemento más aterrador de cualquier película de 'Amityville': esas ventanas que parecen ojos demoníacos.
Está realizada con seguridad, y ciertas imágenes invertidas son especialmente espeluznantes, pero el hechizo se rompe por pura e impía lentitud y falta de ideas.
Geoghegan se esfuerza por crear una producción de gran escala que parece exceder sus posibilidades, lo que proporciona a la película una potencia que se alinea con la intensidad que impulsa la narrativa.
Bob Rafelson presenta una dirección exploratoria que se alinea de manera natural con la interpretación intuitiva de Nicholson, utilizando un formalismo que evoca una fusión entre el cinéma vérité y el expresionismo.
Entretenida, pero las trabas que el propio Cronenberg le pone a la típica historia sobre el 'chico bueno que tiene éxito' impiden que la idea funcione todo lo bien que debiera.
Protagonizada por Nicolas Cage, su actuación resulta sorprendentemente sutil. Sarnoski ofrece una profunda exploración de los matices del luto, revelando así cuestiones emocionales que resuenan con la audiencia.
Su aura efímera y nostálgica, junto con el disfrute tangible que Barrett experimenta al construir una atmósfera, son elementos que destacan en la obra.
Se sitúa en la valla que separa una rutinaria película de sketches cómicos de algo más raro, más extraño y menos comprometido con ofrecer tranquilizadoras homilías domésticas.
'Life Is Sweet' es la película que catapultó a Leigh como un cineasta de renombre internacional y continúa siendo una de las más destacadas de su trayectoria.
Gibson brinda una actuación dinámica y respetable, sin embargo, esto no logra mitigar la desilusión de observar que los directores han abordado su inquietante premisa de manera tan literal.
Funciona porque es el trabajo de un grupo de profesionales con talento que se lo pasan bien jugando con el thriller tradicional. Lo bueno compensa lo malo.
Graham toma una idea que podría haber dado lugar a una película de terror intensa y la extiende a lo largo de tres episodios. Como consecuencia, la producción se siente repetitiva y carece de la tensión que se esperaba.