'This Much I Know to Be True' es un homenaje poco convencional al trabajo final de un destacado músico y a su creatividad desinhibida. La película permite al espectador sumergirse en una experiencia única.
Strickland se sumerge completamente en las peculiaridades que definen sus fantasías, explorando así los límites de la empatía que permiten reconocer la superficialidad de dichas ilusiones.
No es solo una excelente película, sino también una audaz afirmación de intenciones estéticas. Los hermanos Dardenne, considerados entre los mejores directores contemporáneos, han cumplido esta promesa.
Tanto Hong como Seoung-mo crean una representación que entrelaza el consumismo desenfrenado de la urbe, una profunda reflexión sobre el valor de la mujer y la melancolía que sienten como cineastas.
'Permission' presenta una narrativa cautelosa y común, desaprovechando sus mejores instintos. Se posiciona como una película sobre sexo, pero sin escenas explícitas que lo reflejen.
Gilles Paquet-Brenner dirige esta película con un enfoque efectivo y desapasionado. La trama avanza sin sobresaltos, oscilando entre momentos de gran prestigio y otros más teatrales.
Es posible que experimentes la sensación de que estás viendo varios episodios recortados de 'Law & Order' en vez de disfrutar de una película completa.
El enfoque de Alleca resulta efectivo y, en ocasiones, sorprendentemente refinado. Aunque 'Standoff' carece de originalidad, demuestra un nivel de profesionalidad notable.
'Like Me' es estimulante gracias a la capacidad de Mockler para alejarse de la sátira, sorprendiendo al espectador con texturas emocionales y giros inesperados.
Las escenas de Shiota, que recuerdan a sketches, poseen una intensidad única y fluctuante. Su enfoque otorga a las secuencias físicas un matiz absurdo que realza su sensualidad.
Ritt orquesta el tejido emocional del film con una elegancia que es escalofriante. Una película fabulosa y original que se deleita en la precisión y la densidad de unas conversaciones que son como guerras.
El director logra impartir una atmósfera fantasmal que se siente fresca en su cinematografía. Hay momentos esenciales que sorprenden por su complejidad y belleza.
Una película profundamente humanista que actúa como un implacable y oscuro exorcismo de las intolerancias familiares. D'Ambrose logra que el pasado se perciba de manera intensa, creando una atmósfera de apertura y conflicto.