Este neo-noir alucinatorio sirvió de base para el remake de Christopher Nolan de 2002, pero la original es una bestia diferente, más esbelta e infinitamente más espeluznante.
Ledger dio vida a un Joker aterrador, pero Wiseau llevó el personaje a un nivel completamente diferente, ofreciendo una interpretación tan extravagante que cualquier actor de método, como Joaquín Phoenix, solo podría imaginar.