Explora la vida y la muerte con la música de Tchaikovsky de fondo, alternando entre personajes sencillos e imágenes notablemente bellas creadas a mano, sin la utilización de ordenadores.
Rodada casi íntegramente en exteriores con cámara en mano, la película del director Karim Ainouz te atrae. El carisma y la intensidad de Lázaro Ramos en el papel de Joao te atrapan.