Funciona bien, haciendo que el baile sea accesible para los que no están familiarizados con la disciplina y hace que conectes con la misión de Acosta de entender su vida a través de este arte.
Es una película desvergonzadamente agradable que no profundiza en las vidas de sus personajes. Sus placeres son irregulares. Keaton ofrece una actuación adorable.
Una advertencia: la película es larga, el diálogo es mínimo y la violencia es fuerte. Sin embargo, hay momentos en que resulta bellísima y serenamente espiritual.
En este inquietante biopic, la interpretación de Armstrong por Foster parece extraída de una película de terror. La película no ofrece una nueva perspectiva definitiva. En cambio, narra la historia desde diferentes ángulos acumulativos.
Con material de archivo y nuevas imágenes de Chet, capturadas en su distintivo estilo romántico en blanco y negro, Weber logra evocar sinceros recuerdos de su protagonista, así como de una serie de ex amantes y amigos.
Un trabajo claro, preciso y emocionante. Es un juego de moralidad magnífico que nos sumerge en los valores y rituales de una sociedad, manteniéndonos expectantes hasta su poderoso final.
Una película que penetrará hasta el centro de tu alma. Tarr colabora de manera armónica y fascinante con el director de fotografía Fred Kelemen y el compositor Mihály Vig.
La película presenta un ritmo intencionadamente pausado, pero logra transmitir una profunda emoción, acompañada de imágenes sutiles y hermosas. Te hará reflexionar sobre la duración de los trayectos diarios y apreciar el tiempo de otra manera.