En este inquietante biopic, la interpretación de Armstrong por Foster parece extraída de una película de terror. La película no ofrece una nueva perspectiva definitiva. En cambio, narra la historia desde diferentes ángulos acumulativos.
Leigh y su director de fotografía, Dick Pope, logran crear una serie de pinturas en movimiento que rinden homenaje al espíritu del trabajo de Turner. Se trata de una película excepcional.
Con material de archivo y nuevas imágenes de Chet, capturadas en su distintivo estilo romántico en blanco y negro, Weber logra evocar sinceros recuerdos de su protagonista, así como de una serie de ex amantes y amigos.
En términos de estilo, la película muestra una ambición que a veces supera lo que puede lograr, sin embargo, se trata de una inusual cinta de gángsters londinenses que aporta reflexiones sobre la ciudad de manera ingeniosa.
Un trabajo claro, preciso y emocionante. Es un juego de moralidad magnífico que nos sumerge en los valores y rituales de una sociedad, manteniéndonos expectantes hasta su poderoso final.
Una película que penetrará hasta el centro de tu alma. Tarr colabora de manera armónica y fascinante con el director de fotografía Fred Kelemen y el compositor Mihály Vig.
La película presenta un ritmo intencionadamente pausado, pero logra transmitir una profunda emoción, acompañada de imágenes sutiles y hermosas. Te hará reflexionar sobre la duración de los trayectos diarios y apreciar el tiempo de otra manera.
No debería ser tan entretenido, pero lo consigue, y es un gran logro de Baker el provocar risas y placer con esta loca narrativa, sin que quede la impresión de que la mujer en el centro de este caos ha sido maltratada o utilizada para nuestro deleite.
Obra maestra. Este tipo de películas, que son agudas en su crítica política, son poco comunes y logran ser entretenidas, naturales y profundamente humanas.
Las interpretaciones, el guion y la dirección logran crear una obra original y única. A pesar de la oscuridad de los escenarios, se aprecia una fina y deliciosa comedia negra que la distingue.
Divertida, espeluznante y siempre entretenida, tanto en el momento, como cuando te das cuenta de que estás disfrutando de un guion particularmente ingenioso y juguetón.