Una obra cinematográfica oscura, pero hipnótica: ofrece una visión escalofriante de un mundo en el que los pocos momentos de lealtad oscilan entre repetidos actos de traición.
Tiene las fortalezas y las debilidades del arte medio convencional: a ratos es torpe, pero nunca es aburrida, y, una vez que empiezas a verla, no puedes parar. Lo que obtenemos es confuso: es simple y trágica, tiene enorme viveza y moralmente es obtusa.
Tan bien hecha y tan fascinante como retrato de un hombre en guerra consigo mismo que, hasta el final, muchas personas probablemente se entretendrán con su historia intricadamente ridícula.
Una obra maestra dedicada al apetito en todas sus variedades: pero, más seriamente, dedicada a la conversión perversa de la felicidad sexual en asesinato y a la ausencia de felicidad sexual en la vida normal.
Es una devastadora película bélica y una devastadora película antibélica. La película presenta la ambigüedad inquietante sobre la violencia que ha caracterizado el trabajo de Eastwood.
A pesar de su ritmo pausado y detallado, 'Jackie Brown' no resulta aburrida. Suele ofrecer momentos divertidos de forma sórdida, aunque en general carece de emoción.
Un pequeño clásico de tensión, valentía y miedo, que será estudiado dentro de veinte años cuando la gente quiera entender algo de lo que les ocurrió a los soldados estadounidenses en Irak.
Es otra película sobre el despertar de la adolescencia, pero se siente auténtica, casi improvisada, principalmente porque Mills no conduce sus escenas hacia la resolución obvia.
Se supone que debemos interpretar la relación entre los hombres y los rituales de sangre como una crítica a la esterilidad del corporativismo y el diseño contemporáneo. Sin embargo, los excesos sadomasoquistas de Fincher diluyen cualquier posible análisis social.
Como pieza de diseño, 'La piel que habito' es excepcionalmente elegante, un manual que exhibe técnica, arte y brillo. Sin embargo, se considera la menos entretenida de las obras de Almodóvar, ya que es seria sin alcanzar la inteligencia esperada.
La actuación de Guinness se erige como una de las más destacadas en la historia del cine de posguerra, constituyendo una verdadera obra maestra que resalta su genialidad como actor.
Los vagabundeos nocturnos de Moreau resultan profundamente emotivos, realzados por una maravillosa banda sonora de jazz de Miles Davis, que alcanzó la fama por méritos propios.
De todas las películas sobre prostitución, 'Street of Shame' de Kenji Mizoguchi destaca como una de las más impactantes. Las escenas son cargadas de tensión y profunda emotividad, dejándonos con una sensación de desgarro.
Elegante sinsentido. Durante años, quedó claro que el trabajo de De Palma había perdido la energía intelectual y el ingenio de los días de "Carrie" y "Dressed to Kill". En "Femme Fatale" el maestro simplemente estafa.