Esta ingeniosa pero superficial historia sobre una ama de casa cuyo esposo puede o no estar muerto resulta eficaz hasta su descaradamente sensiblero final.
El guión de Roth, López y Guillermo Amoedo se desarrolla a un ritmo frenético, presentando una serie incesante de crisis que carecen de la compasión habitual hacia los protagonistas.
Una mezcla inverosímil y poco inspirada de acción convencional e intriga terrorista. Podría ser peor, pero si lo fuera, quizás habría dejado más impresión.
Muestra una gran habilidad para mantener el suspense y entrelazar múltiples hilos narrativos. Integra diversos elementos dentro de un breve periodo de tiempo sin que la historia se sienta saturada.
El filme es conducido hábilmente por el experimentado Rick Rosenthal. Sin embargo, su esencia de película de acción parece esforzarse por evitar transformarse en una historia centrada únicamente en dos personajes en un único escenario.
La película generará opiniones encontradas entre los aficionados a la fantasía; algunos disfrutarán de su innovadora propuesta, mientras que otros podrían verse defraudados por las restricciones económicas que limitan su creatividad.
A veces está todo en la ejecución y esta película de terror escalofriante y controlada consigue no hacerse predecible aunque se apoya en numerosas influencias anteriores.
El aspecto visual más impresionante es la magnífica fotografía submarina de Justin Turkowski. Además, la música original de Jang Young Gyu añade una poderosa atmósfera al film.
Esta película es un entretenimiento decente para los fans menos exigentes del género. Sin embargo, resulta algo triste ver a Antonio Banderas participar en una producción de serie B con un contenido de calidad inferior.
'Synchronicity' se asemeja a un cubo de Rubik: una colección de superficies relucientes y entrelazadas que demandan habilidad para ser manipuladas y comprendidas, aunque carece de sustancia más allá de su utilidad.