Suceden muchas cosas. Los Coen son hábiles en crear situaciones intrigantes y saben mantener la atención del espectador con un constante dinamismo en la trama.
La interpretación de Penn es la nota de gracia de la película. Por muy divertidas e ingeniosas que puedan llegar a ser las películas de Allen, rara vez son conocidas por la profundidad de sus personajes.
Una parábola cuidadosamente calibrada que se cuela silenciosamente en tu corazón. Pocas película evocan la felicidad de una familia fuerte y bondadosa tan genuinamente como ésta.