Los clichés se apilan en exceso. Bay debe ser reconocido por sus constantes primeros planos, un montaje que resulta agobiante y la repetición de convenciones aburridas.
Bridges, un talentoso actor, se siente desorientado cuando su papel demanda emociones profundas. En contraste, Jones, fiel a su estilo, eleva a su villano a un nivel de gran entretenimiento. La trama presenta desafíos bien diseñados, acompañados de un intrigante suspenso.
Penn, quien además escribió el guion, satura la trama con múltiples subtramas que restan fuerza emocional, haciendo que la intensa obsesión de Freddy se diluya en el caos narrativo.
Un desastre de drama, sólo salvado por los asaltantes alados. Sabes que una película tiene un problema cuando estás deseando que sea la humanidad quien pierda.
Sea de lo que sea que trate, está hecha a medida para su público: es para aquellos que fantasean sobre tórridas tardes en habitaciones de hoteles europeos.
'La hija del general' destaca por su esencia y energía propias de un thriller militar, aunque resulta ser una trama enrevesada y dispersa que dificulta su seguimiento.
Un golpe en el plexo solar ejecutado con suavidad, un cine negro magro e inteligente que te pincha con el desdén y el sarcasmo ingleses por excelencia.