Lo más destacado de '¡Malditos sean!' es su prólogo, que conecta de manera efectiva los diferentes episodios. A pesar de algunos altibajos, el resto de la trama logra mantener el interés del espectador hasta un desenlace que no decepciona.
A lo largo de más de dos horas, el director narra este cautivador relato en varios capítulos que se van intensificando, llevándonos hacia un desenlace sutil, lo que hace de 'La aparición' una obra verdaderamente especial.
Es una grata sorpresa y espero que esto abra la puerta para que se estrenen en nuestro país más películas de este director, quien cuenta con obras destacadas.
La idea central es atractiva, sin embargo, el filme no logra establecer un tono adecuado y tarda demasiado en comenzar. Se necesita esperar más de treinta minutos para que la trama adquiera intensidad, y aun así, el ritmo es irregular.
La acción sobrenatural no se presenta hasta bien entrada la proyección. A partir de ese momento, la trama mejora, lo que le permite a esta película de calidad promedio ganarse su lugar, destacándose por sus elementos originales provenientes de Rumania.
Lo lamentable es la falta de acción durante la primera parte de la película, ya que se hace esperar más de 40 minutos. Rambo, que solía ser más reservado en sus palabras, ahora se expresa con discursos más impactantes que su enorme cuchillo. Sin embargo, los últimos 20 minutos son pura adrenalina y muy entretenidos.
Jack Earle Haley presenta un Krueger más serio. Cuando este villano onírico comienza a tomar forma a través de un humor oscuro y sarcástico, la historia se estanca y la película concluye de manera bastante predecible.
Más allá del argumento, esta cuarta entrega es entretenida aunque desperdicie muchas oportunidades. El nivel de creatividad gore aumenta, y no hay manera de resistirse.
Herzog maximiza todos los aspectos visuales, brindando una experiencia que invita a la reflexión del espectador mucho tiempo después de terminar la película.