La apuesta se intensifica de manera tan absurda que, en ocasiones, resulta graciosa por lo surrealista. Sin embargo, esta risa no perdura debido a la monotonía del entorno.
Lamentablemente, aunque los chistes sexuales y escatológicos son abundantes, muchos de ellos no logran causar impacto, lo que convierte las casi dos horas de duración en una experiencia bastante pesada.
Dramática y cruda, 'Corazones de hierro' presenta pasajes que evocan más los filmes sobre Vietnam que a los de la Segunda Guerra Mundial, así como también elementos de los clásicos del cine bélico con un enfoque contundente.
Falta la truculencia ultragráfica que le daría verdadero sentido al desquicio de los protagonistas. Es decir, garra, gore, y verosimilitud, elementos que de todos modos no están ausentes del todo.
Aunque en ocasiones 'The Town' intenta abarcar demasiados temas simultáneamente, consigue mantener la coherencia en la trama, sostener la tensión y proporcionar resoluciones satisfactorias a los conflictos más evidentes.
La reciente entrega de las Tortugas Ninja cuenta con la participación de Megan Fox y presenta una serie de secuencias emocionantes caracterizadas por la impronta del productor Michael Bay, aunque el resto de la película carece de interés.
La película presenta conceptos interesantes y visuales cautivadores que sorprenden y generan asombro. Sin embargo, su ritmo narrativo es inconsistente y carece de la acción necesaria para mantener el interés.
La película presenta intensos momentos de suspenso y terror, combinando conceptos que rememoran a los grandes clásicos de la ciencia ficción. Está excelentemente dirigida, destacando la actuación memorable de Glenn Close.
Eisner aporta al film una esencia reminiscentemente Carpenter, incluyendo momentos de acción y suspenso muy efectivos. La cantidad de gore es notable, pero se distribuye de tal manera que evita la sensación de un espectáculo excesivo de sangre y vísceras.
En una película con Rowan Atkinson, más conocido como 'Mr. Bean', lo que menos importa es la trama, ya que todo el asunto se trata de una batería de gags que como sucede en estos casos a veces funcionan mejor, a veces peor.
Cuando la película se atreve a encarar las situaciones más fuertes ideadas por el autor de la novela, la intensidad aumenta a niveles propios del mejor cine fantástico, pero lamentablemente el director prefiere las cosas tibias y no se juega del todo.