Es un ejemplo de que con un gran presupuesto se puede crear una película exitosa sin sacrificar la calidad. Genuinamente se atreve a realizar un cínico estudio sobre el poder y la política.
Sigue siendo una película bastante estúpida sobre una muñeca aterradora, así que no esperes una obra maestra, pero dentro de sus límites es algo parecido a un éxito.