Una de las obras más notables de Samuel Fuller, que combina de forma impactante su fascinación por la camaradería entre soldados, las realidades de la vida en los bajos fondos y la intrigante cultura del Lejano Oriente.
Una película que arranca con una prostituta calva golpeando a un hombre inconsciente con su bolso de mano es, sin lugar a dudas, una de las obras más oscuras y estremecedoras de Fuller.
Las películas de Capra en la década de 1930 lograron unir lo que parecía irremediablemente separado, creando un vínculo entre el mundo rural y el urbano, y destacando valores como el amor, la decencia y una comunidad en constante crecimiento.
Sus batallas, meticulosamente coreografiadas, junto con el uso preciso de texturas y colores, resaltan su elegante movimiento y composición, estableciendo esta película japonesa como una de esas raras obras que perduran a pesar de las interpretaciones que pueden sobrepasar su esencia.