Dirigida por Sarr, con una interpretación fascinante, es una película cautivadora que abarca desde el idealismo positivo del principio hasta el aferramiento a los vestigios de esperanza del final.
Hacer una película para niños sobre el Holocausto es una ambición valiente y encomiable, pero los terrores de la era nazi son tan desgarradores que el mensaje central del filme de Folman parece trillado.
Sus reflexiones sobre el dolor son conmovedoras. Ofrece una visión sorprendentemente aguda, romántica y provocativa de la cultura millennial, destacando cómo la vida transcurre rápidamente.
La dirección de Carpignano es tan naturalista que da la sensación de ser una reconstrucción de sucesos reales. 'A Chiara' se narra de manera fluida y poética.