Absorbente drama anclado en otra interpretación maravillosamente extravagante y al mismo tiempo seria de Malkovich. Una película fuerte, perceptiva, de arte a la vieja escuela.
Su condena de la indiferencia frente a la opresión tiene una relevancia contemporánea. Jan Kadar y Elmar Klos recrean con solidez la vida en un pueblo eslovaco.
Los sucesos que dramatiza son tan importantes y oportunos como hace 30 años. Una mirada vívida, equilibrada y reveladora al torbellino de la historia regional.
Los espectadores valientes serán recompensados, si esa es la palabra, con un viaje desgarrador que pasa del terror discreto a un inquisitivo estudio de personaje y vuelve otra vez a lo primero.
Los primeros 40 minutos presentan una historia provocativa, un montaje intuitivo y efectos gore que convirtieron a la trilogía de 'Living Dead' en un hito del terror. Sin embargo, a medida que avanza, el relato no logra sostenerse como un largometraje.