Despiadada y entretenida cuando se parodia a sí misma y a las convenciones del género que ayudó a resucitar, se desluce cuando se instala en la mecánica oxidada de las películas de 'Scream'.
Es un torrente de detalles y técnica cinematográfica. La película cristaliza la vida de Mekas en unas cuantas horas tan maravillosas como melancólicas.
Esta comedia romántica, ingeniosa y con un enfoque singular, no mantiene la consistencia en su totalidad. A pesar de que genera risas, resulta ser una película que se aprecia más que se siente con pasión.
Satisfactoriamente compleja y bellamente narrada, explora un enorme despliegue de tensiones culturales, racionales, económicas y familiares. También tiene personajes potentes, emociones profundas y una clara fuerza dramática.
Lo que el Sr. Linklater hace mejor en este caso es llegar a tácticas de conversación que tienen el atractivo justo para que se adapten a esta situación.
Lo que redime a su acidez superficial son observaciones agudas, diálogos lacerantemente divertidos y algo que Dedee encuentra repugnante: un secreto corazón de oro.
Ambos actores realizan una interpretación tan sutil de sus personajes que la tensión va en aumento, llevando el horror a un nivel de gótico inimaginable.