La impresionante actuación de Stanfield en este insólito cuento de hadas destaca su talento como uno de los mejores actores de hoy en día. Es una experiencia intrigante, cautivadora y fuera de lo común.
Es una película que no siente la presión de recordar al público que es una comedia, lo que hace que la historia y la disfuncional -pero muy cariñosa- familia sea mucho más entrañable y auténtica.