La estupenda química que hay entre los protagonistas evita que se convierta en un ejercicio teatral indulgente. Bagnall construye una película básica con un material flojo.
Presenta un romance atractivo y coches rápidos, pero poco más. 'Racer and the Jailbird' tiene un ritmo interesante, pero nunca supera la simplicidad fundamental de su argumento.
Matsumoto fusiona su extravagante ingenio con una visión satírica del sistema de clasificación japonés. 'R100' logra mantener una alta consistencia como película de culto al combinar su irracionalidad juguetona con un núcleo emocional y filosófico.
Mezcla temática freak con un sofisticado imaginario y una espontánea mitología sin parangón en la cultura popular. Es una nueva manera de entender el entretenimiento 'para todas las edades'.
La capacidad de 'Milo' de resaltar su humanidad en medio de una situación indescriptiblemente desagradable hace que la historia se desarrolle de manera mucho más efectiva de lo que se podría anticipar.
Oliveros logra aprovechar la riqueza del entorno, otorgando a los eventos una cualidad surrealista que roza la fantasía. Esto genera la impresión de que cualquier cosa podría suceder.
'Toni Erdmann' presenta una de las escenas de desnudo más cómicas jamás vistas. La película se transforma en un relato mucho más sutil y profundo de lo que su apariencia inicial podría hacer pensar.
La peculiar visión de Porumboiu respecto al género de los atracos tiene un encanto muy especial. Le da un toque muy irónico a una película que sostiene su reparto.
Espléndida pero divertida solo a ratos, esta película pone a prueba la paciencia del espectador con su duración de 130 minutos. Sin embargo, los aficionados encontrarán muchas joyas en este torpe ensamblaje del imaginario de los Coen.
La comedia menos reconfortante del año es oportuna, pero no muy buena. Un duro toque de atención a un mundo detenido en la mediocridad, pero que no tiene mucho que decir sobre algo que ya sabemos.
Frank Oz transforma un espectáculo de magia en una experiencia transformadora. Crea una paradoja singular: el deseo de descubrir más y la impresión de haber alcanzado un conocimiento suficiente.
Es una crítica astuta a la industria del entretenimiento, al mismo tiempo que ofrece un enfoque irónico sobre cómo la creatividad en el cine surge del trabajo conjunto.