Sencilla comedia que se ve sin esfuerzos pero que le faltó un protagonista que vocalizase bastante mejor: a Perugorría hay ocasiones en que no se le entiende absolutamente nada. De todas formas, cumple los objetivos.
Hudson regresa a la pantalla con una encantadora comedia de enredos matrimoniales al estilo de los años sesenta. Melvin Frank aporta su característico toque técnico para crear esta entretenida película.
Doris Day demuestra una vez más su amor por las comedias de matrimonio en esta amena película. Es un esfuerzo por revivir el encanto de las comedias de los años treinta, pero al final se queda en un intento entretenido.
Aunque no se considera una de las grandes comedias de Lemmon, tiene momentos muy entretenidos. Es una película sin grandes pretensiones, pero resulta placentera de ver.
Producción modesta de Gordon, donde el desempeño de los actores es notable, especialmente la sensualidad de Julie Newmar. La película es algo inconsistente y se siente excesivamente prolongada.
Convencional cinta de enamoramientos por obligación. Una de las películas menos recordadas de Hudson, pese a la presencia de mitos tan conocidos como Leslie Caron y Charles Boyer.
Dura y universal radiografía de cualquier enfrentamiento civil. Este filme atípico compensó su escaso presupuesto con una puesta en escena sumamente efectiva.
Entretenida y convencional cinta de acción sobre los asesinos profesionales que, pese a Stallone, no respondió a las expectativas comerciales creadas. Para incondicionales del género.
Una audaz exploración de la violencia que generó controversia al momento de su lanzamiento. Tiene un montaje curioso y una banda sonora intensa, características de una película arriesgada, irreverente y poco convencional.
Un típico producto de un actor atractivo, interpretando a un héroe justiciero al estilo de Bronson, pero más robusto. Es una película repleta de peleas, pero en general, la calidad de la producción es notablemente deficiente.
Este filme, aunque considerado propagandístico, muestra una intriga llena de vigor gracias al talento de Mervyn LeRoy. La magistral actuación de James Stewart compensa los pequeños defectos de esta memorable adaptación de una conocida novela basada en hechos reales.