Aunque no es de las más reconocidas de Cecil B. De Mille, es una película narrada con maestría. El elenco está bien elegido y los resultados son visualmente atractivos.
Filme desconocido para el gran público pero que atesora muchísima calidad gracias a la dirección, las magníficas interpretaciones y la música de Morricone.
El resultado es ambicioso, pero carece de cohesión. La actuación de Al Pacino, algo exagerada, logra mantener a flote esta intriga legal, que se enfoca más en los efectos especiales y en un desfile de referencias genéricas que en desarrollar una narrativa sólida.
Resnais explora en su obra aspectos profundos como el suicidio, la muerte y la hipocresía en la sociedad. Su análisis provoca una reflexión necesaria sobre estos temas complejos.