Aunque el tono de terror retro es divertido, ése es el único elemento positivo: el resto parece una copia de la novela de Paul Tremblay 'The Cabin At the End of the World', con un humor cursi y unos asesinatos mediocres.
Si tienes que ver solo una cosa en la segunda mitad de marzo, elige esta encantadora docu-serie. No hace falta un billete de avión para disfrutar de unas magníficas vacaciones de primavera.
Aunque la premisa de un millennial desaparecido puede parecer redundante, esta cuarta temporada consigue presentar nuevos y entretenidos enigmas por resolver.
Aunque no aporta nada nuevo al mundo de las docuseries sobre crímenes reales, esta producción de Hulu te atrapará si eres un ferviente amante del género.