Fábula perruna divertida y sin pretensiones en la que quizá desentonan los papeles femeninos, bastante inconsistentes. Confirman a Chabat como un valor prometedor para la comedia francesa.
El mensaje contra la violencia es demasiado sencillo. La dirección es monótona y los personajes carecen de profundidad, lo que hace que la experiencia sea poco emocionante.