Tiene dos cosas que juegan a su favor: el estupendo guion de Howard Overman y uno de los repartos más interesantes y talentosos del panorama británico.
Hermosa, adorable y aterradora, esta película se presenta como una de las obras más vívidas y cautivadoras que he visto en el género de la historia natural.
Con unas pocas pinceladas hábiles y giros añadidos a la trama, Sarah Phelps y el director Julian Jarrold han transformado una historia sobre la turbiedad moral y la avaricia en algo de mucha mayor profundidad y resonancia contemporánea. También resulta un fantástico entretenimiento.
A pesar de que los segmentos con testimonios resultan fascinantes y singulares, 'Great War Diaries' carece de un aspecto fundamental: las emociones genuinas.
Lo que distingue a esta producción de las habituales adaptaciones televisivas de Dickens es la excepcional claridad que aporta Andrew Davies en su trabajo.
Mucho estaba en juego con 'Happy Valley' de BBC One, el drama más comentado del año. Los seguidores esperaban un desenlace emocionante y satisfactorio, y la guionista Sally Wainwright junto a un elenco excepcional cumplieron con creces.
En general, una adaptación muy entretenida y suntuosa que, aunque no rompe los moldes de Christie, impregna la historia de un tinte agradablemente contemporáneo.