Con sus casi 2 horas, parece que la película dura el doble. Colangelo y Borenstein intentan abarcar demasiados temas. Solo resulta verdaderamente fascinante cuando Tucci y Keaton comparten la pantalla.
Una lección magistral de interpretación de Frances McDormand y Sam Rockwell. El guion de McDonagh es ingenioso, y Rockwell lleva a cabo una transformación importante con brillantez.
Sisto sabe con claridad lo que desea lograr, sin embargo, sus influencias son tan evidentes que el resultado final se torna excesivamente convencional.
La dirección de Orley es correcta y la película está bien hecha para ser de bajo presupuesto, pero lo único que recordarás al salir del cine es a Davidson.
Los compañeros de Cameron y las interpretaciones de los actores que los interpretan son, sin duda, lo más destacado de la película. Moretz realiza un gran esfuerzo con el material que se le proporciona.
Es una historia de iniciación que has visto de una u otra forma durante décadas. Se necesita una voz verdaderamente única para hacer otra y que merezca la pena verla.
No hay actuaciones deficientes en la película, que se presenta como su obra más lograda hasta la fecha. Sin embargo, el recurrente tema se repite de manera frustrante en múltiples ocasiones.
McCarthy rara vez ha demostrado su talento dramático, pero sobra decir que es bastante buena (...) Heller ha hecho una pequeña joya de película. No hay otra forma de describirla.
Es evidente que Zeller sabe trabajar con actores, pero su insistencia en contar esta historia en un único espacio hace que la propuesta sea más claustrofóbica de lo necesario.
El guion ofrece a Pryce y Hopkings un rico contenido para reflexionar con su talentosa dialéctica, llevando su actuación a un nivel casi artístico. Está claro que, incluso en el cine, los milagros nunca dejan de sorprender.
Corrin funciona con el guion y, lo que es más impresionante, con una libertad que encaja totalmente con la sensibilidad de Clermont-Tonnerre. Pero, cuando aparecen los créditos, parece que falta algo.
Las secuencias de patinaje son realmente impresionantes y destacan el motivo por el cual Henie se convirtió en una estrella. Sin embargo, 'Sonja' concluye de manera abrupta y el romance presente se siente poco desarrollado.
Malick parece estar desorientado en su intención de filmar, repitiendo su mensaje en múltiples ocasiones. Como resultado, su película se torna aburrida, sin importar lo hermosos que sean los paisajes de los Alpes en el fondo.
A pesar de los esfuerzos notables de Hiddleston y Olsen, la película resulta ser muy deficiente. Williams merece que su historia se narre con la misma creatividad y esencia que él aportaba a sus canciones. 'I Saw The Light' definitivamente no logra cumplir con esas expectativas.