A través de unas imágenes muy sobrias y bien estudiadas acordes con lo que se representa, la película es una trágica sucesión de hechos con base en estas memorias, algo que el guión mantiene como un punto importante del relato, sin descuidar el drama.
Trumbo es antes que nada el símbolo de una tragedia, entre imagen e imagen además de oprobio y atropello, también se filtra fortaleza, heroicidad y entereza de carácter y pensamiento.
Hoy en día es inusual hallar una película que muestre un manejo dinámico de la cámara, que capte amplios exteriores o pequeños interiores, aprovechando la diversidad de planos que el cine ofrece.
Empieza bien el año fílmico con esta buena realización, ambientación de época, trabajo de cámara, puesta en escena y actuación, gran actuación. Un todo fílmico que se hace imprescindible de ver y disfrutar.
Ricciarelli incursiona en una mirada retrospectiva hacia finales de los años cincuenta para recrear, por cierto con mucha maestría, el ambiente social y cultural, las modas y los nuevos patrones de comportamiento de los jóvenes.
Un trabajo en el que, además de ofrecer acción, aventuras y suspenso, [Scott] demuestra su maestría en cada imagen. El espectador, sin necesidad de conocer al director, puede disfrutar de un notable esfuerzo cinematográfico que se basa en hechos reales.
Una película indispensable. Gaviria presenta una realización excepcional que invita a reflexionar sobre diversos aspectos sociales, culturales y políticos del país, a través de una obra maestra de cinematografía y un talento notable para narrar visualmente un drama intenso.
Este es el quinto largometraje de Zaza Urushadze, quien demuestra no solo su conocimiento y experiencia en el campo, sino también un talento cinematográfico excepcional, muy adecuado para el ritmo que imprime a toda la película.
Una película que no deja a nadie indiferente, que siempre dará de qué hablar y no sólo por sus cuatro bien ganados Oscar, sino antes que nada por la forma fílmica como se han tratado los especiales temas que se abordan.
El relato del drama es tan ajustado y efectivo que no permite una interpretación simplista de los personajes, evitando caer en la dicotomía entre el bien y el mal.
Una película que rinde homenaje al gran Bergman, acompañada de su actriz consagrada, quien ahora asume la dirección, evidenciando la notable influencia de este talentoso cineasta.
El proceso de separación de una pareja con hijos puede ofrecer una profunda exploración de sentimientos y drama, o bien, una visión más realista y objetiva, como se presenta en esta película.