Esta brutal obra de terror británico ofrece el tipo de carnicería demencial que te mantendrá viéndola entrecerrando los ojos y retorciéndote en la butaca.
Una obra deliciosa de terror palomitero. Uno de los mayores cumplidos que le puedo dar es que es tan enérgica y entretenida que se va a convertir en una fija en mi lista de Halloween.
Carece del impacto y del terror que se habría obtenido con un guion más sólido pero tiene la suficiente personalidad y estilo como para alzarse por encima de sus defectos, garantizando pasar una noche de terror en el cine.
Narrativamente, no se puede evitar hacer comparaciones con 'Dexter'. Es una película con una presentación atractiva y una estructura bien elaborada, pero carece de contenido más allá de las luces brillantes y la sangre roja.
Es admirable que 'Overlord' tenga algo que decir. Más allá del baño de sangre y de la química del reparto, la película cuestiona hasta dónde estamos dispuestos a llegar en la guerra.
Una premier irregular que no genera terror. Los mejores momentos del capítulo llegan al final, con nuevas revelaciones que se mueven en una dirección interesante.
Una secuela deliciosamente demencial. Desde un punto de vista técnico, es absurda y sobrecargada. Pero, desde la perspectiva cinematográfica, disfruté de cada innecesario minuto.
Tiene una idea inteligente y bastante creatividad. Los diseños imposibles de Christine te dejarán boquiabierto y además te reirás con la comedia de las marionetas.
Aunque sus constantes disputas y su narrativa poco atractiva pueden ser cansinas en ocasiones, Dupieux logra mantener el interés con una diversidad de gags absurdos.
Un hermoso rompecabezas existencial. Garland es un guionista irónico e inteligente que te impacta emocionalmente y te ofrece revelaciones para que el material se mantenga interesante.
Una antología que destaca por encima del promedio, ofreciendo contenido que varía entre lo bueno y lo notable. Definitivamente merece la pena ser vista.
No siempre tiene éxito, pero cuando lo consigue, resulta realmente fascinante y sorprendente. Es otra película de Netflix que me gustaría que un mayor número de espectadores pudiera experimentar en cines.
Es fácil perdonar sus defectos, porque es un visionado ligero y entretenido con un reparto espectacular, unos personajes chiflados y un mundo vibrante.