Es, indiscutiblemente, la película de Hopkins que destaca por su excepcional actuación. La trama cautiva desde el principio y el desarrollo de los personajes mantiene al espectador intrigado. La dirección y la cinematografía complementan perfectamente el guion, elevando la experiencia general. Una obra maestra que no se puede pasar por alto.
La película aporta un nuevo enfoque al territorio convencional del asesino en serie. Su realización la posiciona, sin duda, como una obra de culto clásico.
Phoenix, a veces divertido y aterrador en la misma escena, está tan convincente como siempre, pero es Vanessa Kirby quien, al igual que Ryan Gosling en 'Barbie', eclipsa al personaje principal.
Tan tonta como sexy, y el tipo de cosa que conectará en gran medida con los adolescentes que probablemente no tendrán paciencia para leer el diálogo de la parte inferior de la pantalla.
A pesar de contar con una premisa que capta la atención, la trama se vuelve inverosímil y su desenlace deja mucho que desear, lo que arruina la experiencia de este thriller psicológico de ciencia ficción.