We Are Still Here te hará gritar y reír, y posiblemente te dejará sin palabras con la aparición de los fantasmas al fondo. Sin embargo, cuenta con escasos momentos de verdadero terror.
Es cierto que resulta un tanto empalagosa y carece de profundidad más allá de su idea principal. Sin embargo, esto también se aplica a múltiples romances populares y películas de Navidad.
Simple y poco destacada, no parece que se convierta en un clásico navideño. Asegúrate de ajustar tus expectativas si decides verla, y considera que necesitarás complementar la experiencia con algo más para hacer la noche más especial.