La simpatía innata de Jun-ho y Yoona, junto a su química que se siente auténtica en pantalla, ayuda a que nos conectemos con sus personajes, que son un tanto estereotipados.
Una emocionante historia de antihéroe que podrán disfrutar incluso aquellos que no hayan visto 'Kingdom'. Tiene buen ritmo y es absolutamente cautivadora.