La trama está repleta de clichés. El guion es dolorosamente básico. Sin embargo, la interacción entre el simbionte y su huésped resulta a menudo muy divertida.
Un regreso entretenido pero defectuoso al Predatoverso. A veces resulta superficial y no nos presenta nada realmente nuevo, pero se mantiene en un nivel que evita el aburrimiento.