La dirección de Seith Mann en el episodio piloto carece de la fluidez y creatividad que mostraba la obra de López Estrada, además, la serie no logra capturar la misma intensidad que la película. Sin embargo, sigue siendo una versión que vale la pena ver.
El contenido que aborda Sandler es novedoso desde un punto de vista técnico, pero carece de originalidad. Principalmente se trata de críticas superficiales que el comediante expone de forma complicada.