Puede parecer un poco ligera y, dado el alcance épico de la vida de su protagonista, poco argumentada. Pero no se puede negar el poder incendiario de la interpretación de Ramos.
La acción es meticulosa y el estilo está bien controlado. Kurosawa demuestra tener un gran ojo para los detalles. 'Cure' deja una huella duradera: explora el poder de la sugestión y, al mismo tiempo, hipnotiza al espectador.
De Palma ha realizado obras más coherentes que 'Dressed to Kill', sin embargo, pocas son tan logradas en el aspecto técnico y tan personales y emocionales.
Un inquietante estudio sobre la paranoia en la ciudad y la descomposición psicológica, que evoca o prefigura filmes como 'Repulsion', 'Rosemary's Baby', 'Bitter Moon' y 'The Pianist'.