Tiene un problema que persigue a menudo a las secuelas de los documentales de éxito: intentar tirar el confeti después de que el desfile haya terminado.
La última temporada del éxito de Netflix presenta unos personajes bien desarrollados y ofrece una carga emocional más intensa que en entregas anteriores.
Ha armado jaleo con el Boss, ha luchado contra la segregación en Sudáfrica y ha brillado en 'The Sopranos': este entretenido documental muestra una vida salvaje.
Este documental cuenta con suficiente contenido para satisfacer a los superfans, pero solo es necesario conocer 'Livin' on a Prayer' para sentir la emoción de ver cómo la banda se desmorona ante tus propios ojos.
[Crítica 3ª temporada]: Es la última temporada del icónico protagonista de este drama fantástico, pero esta entretenida historia llena de acción es lo suficientemente fuerte como para sobrevivir sin él.
Se tarda un par de episodios en aclimatarse al estilo de Keanu Reeves en la serie; afortunadamente, para ese momento, ya se ha desarrollado una narrativa deportiva lo suficientemente apasionante como para sostenerse por sí misma.
[Crítica 12ª temporada]: Larry David es el mejor del mercado. La comedia de David ha perdido algo de su filo a lo largo del tiempo, pero sigue siendo como presenciar a una banda de rock legendaria que aún sabe cómo deleitar al público.