El guión, la dirección y las actuaciones se combinan atinadamente en algunos momentos de la cinta; las referencias al ayer y a cómo las reglas han cambiado son muy disfrutables cuando se juntan con la simbólica y sombría fotografía de la cinta.
La historia de MacDonagh convierte a esta película en una imperdible para los aficionados a los hermanos Coen, Wes Anderson o Woody Allen. El estilo del director se presenta como una combinación inusual de estos gigantes del cine, ofreciendo una reinterpretación verdaderamente original.