Visualmente impresionante y respaldada por las destacadas interpretaciones de Depp y Del Toro, esta película tiene todo para convertirse en un clásico de culto. Sin embargo, la trama y el simbolismo no logran alcanzar el mismo nivel de impacto.
La fotografía es buena y presenta algunas imágenes creativas, sin embargo, el elitismo y el esnobismo de Schnabel hacen que la mayoría de las escenas se sientan como una tragedia exagerada.
Una pena que este filme no se proyectara en cines, ya que cuenta con un humor travieso y actuaciones destacadas que merecían ser vistas en pantalla grande.