Lo más impresionante del logro de Kasdan es que coge los thrillers de misterio de los 40 y 50 y les da un distintivo toque moderno sin perder los elementos que los hacían tan interesantes.
Una comedia romántica discreta que evita complicaciones, ofreciendo una narrativa sencilla y un poco más sustanciosa que la tradicional historia del encuentro entre chico y chica.
Es incierto si los seguidores del musical se sentirán atraídos por esta propuesta. La falta de energía en la presentación en vivo hace que la producción se sienta frecuentemente perezosa y carente de ritmo.
Durante 20 minutos, el guion se muestra astuto y preciso en su sátira. Sin embargo, tras las primeras secuencias, pierde fuerza y se vuelve menos atractivo.
No presenta una buena escritura, las interpretaciones son flojas y la dirección deja mucho que desear. Es una película densa que desafía a los espectadores a mantenerse despiertos.
Es más entretenida por su tonta historia y su abierta estupidez que por su acción casi incesante. Algunas de sus escenas son visualmente impresionantes.
La trama atrapa al espectador con intensidad, la atmósfera es intensamente noir, evocando el estilo de las obras de Bogart, y la interacción entre los personajes principales resulta igualmente cautivadora.
En muchos aspectos es superior a lo esperado y, sin duda, es una opción adecuada para disfrutar un par de horas en el sofá. Sin embargo, no representa un regreso triunfal de Axel o Murphy.
La primera película memorable de 2006 ofrece una fusión visualmente impresionante de alegoría política y escenas de acción intensas, todo ello acentuado por momentos cinematográficos impactantes, lo que resulta en una obra robusta y cautivadora.
Que Sayles logre expresar estas ideas dentro de una narración atractiva y con personajes profundos convierte a esta obra en uno de los grandes éxitos del otoño de 2004.