Es como presenciar una ejecución. Cualquiera que esté interesado en la ley y el orden, el sistema judicial estadounidense o el papel de los medios de comunicación en los juicios, debería verla.
Esta nueva versión no logra acercarse a la calidad de la anterior. Es difícil describirla con términos como 'romántica', 'graciosa' o 'entretenida', ya que su ejecución deja mucho que desear.
Aunque la película ofrece un enfoque reconfortante sobre la vida de jóvenes con discapacidades, le falta profundidad e innovación para justificar una visita al cine.
Esta producción es un deleite para quienes se sumergen en sus matices variados, invitando a explorar el enigma del pasado de Juliette junto a Lea, y encantando a aquellos que permanecen hasta el desenlace.
Hay una diferencia entre intentar hacer algo profundo y lograrlo de manera efectiva. Solo aquellos que aprecian las películas auténticamente eclécticas reconocerán los esfuerzos de Egoyan.
El núcleo de honestidad que distingue a la producción permanece inalterado por el tiempo, asegurando que, no importa cuántos años hayan pasado, sigue funcionando a nivel emocional.
Es una historia intrigante que explora las dinámicas familiares y los secretos ocultos. A pesar de su apariencia fría, revela una esencia sorprendentemente cálida y tierna en su núcleo.