Está claro que O'Connor tiene una visión y se aferra a ella tenazmente. Podría decirse que Emily es un poco demasiado áspera, un poco demasiado melodramática, y el ritmo a veces se alarga.
Comparado con los antiguos trabajos de Lyne, es irregular. No tiene el mismo lustre contemporáneo de 'Fatal Attraction'. Pero tiene algo disfrutablemente cutre que animará a los fans de los thrillers eróticos.
Ozon ha construido una obra maestra visual, acompañada por un vestuario y una escenografía impresionantes, que se erige como una impecable sucesora de la película de Fassbinder.