Al final no es tan buena idea. Tiene risas y emociones que despertarán tu nostalgia, pero se asemeja a un concierto moderno de los Rolling Stones: sus éxitos se repiten, pero la satisfacción es esquiva.
A pesar de sus fallos, tiene una actitud audaz. Sin embargo, carece de un arco narrativo significativo para Eggsy y de un subtexto relevante acerca de la clase social.