Homenajea el universo underground de los cómics y la novela gráfica americana de los años setenta. El film demuestra un dominio profundo de la escena que honra la esencia de esa era. El cineasta refleja aquí no solo su amplio conocimiento de este universo, sino también la atmósfera distintiva de aquella contracultura.
Ni hay profundidad ni tampoco desarrollo en ninguno de los personajes y la puesta en escena resulta meramente funcional. Solo resultan destacables un par de secuencias
La película es una pieza pequeña, pero tremendamente rica y generosa en recursos, inventiva y hallazgos. (...) es una celebración divertida, sofisticada, inteligente y rica del arte, el amor y el sexo.