Con su hábil y creativa animación y sus canciones agradables, 'Cinderella the Cat' es una de las mejores películas italianas de animación de los últimos años.
Lo más sorprendente de 'Honey' son los primeros planos de las abejas en sus colmenas, trabajando juntas en simbiosis en la creación de su nueva reina: Imhoof pasa tiempo detallando el carácter extraordinario de la estructura social de las abejas.
Un biopic sumamente tradicional sobre una figura extraordinaria. La película destaca por su meticulosa dirección visual, que recuerda más a un comercial que a una obra cinematográfica.
Impresiona visualmente pero acaba generando confusión. El caos está presente, pero sin la coherencia necesaria para equilibrar la agitación sensorial y el significado genuino.
El drama de Fatih Akin sobre el genocidio armenio tenía todos los ingredientes para ser una majestuosa película de aventuras, sin embargo, se tambalea con su poco refinado guión y su puesta en escena.
La historia tiene resonancias modernas que Graf subraya hábilmente, y aunque la esencia de la película es conmovedora, el resto se esfuerza demasiado en exponer la rapacidad vacía de una decadencia agotada
Las sorpresas siempre llegan al fin de las películas de Pablo Larraín. 'Neruda' no es una excepción y muestra al director en uno de sus mejores momentos, con una obra que destaca por su inteligencia y belleza. Es complicado determinar cómo distribuir las alabanzas.
Trueba disfruta tanto al reencontrarse con los personajes de 'La niña de tus ojos' que se descuida de la construcción de una trama coherente que entrelace adecuadamente sus múltiples hilos.
La premisa es interesante, pero el guion no está del todo bien desarrollado. Sin embargo, el trabajo detrás de la cámara de D’Attanasio, que captura la esencia de los años 70, logra mantener una atmósfera contemplativa.
Incluso los fans de Dovlatov coincidirán en que lo más destacable de la película es su impresionante aspecto visual, que resalta tanto por el trabajo de cámara como por el excepcional diseño de producción de Elena Okopnaya.
Aunque coloca de manera efectiva a Spandau Ballet como un referente de la moda, en esencia, se trata de una producción de vanidad diseñada para capitalizar su época de conciertos. Su enfoque tiene un estilo televisivo y resulta excesivamente larga, pero sigue siendo un obsequio para sus seguidores.
El amor entre diferentes divisiones étnicas presenta ciertos clichés, sin embargo, las imágenes proporcionan diversas satisfacciones que trascienden la fórmula habitual.
Una visión deliciosa y sinuosa, con un toque juguetón, de la leyenda de San Antonio de Padua. Utiliza el clásico motivo del hombre en el bosque para explorar un viaje de autodescubrimiento.
De concepto simple, pero psicológicamente profunda, arrastra al espectador con una persistente tristeza, potenciada por el claro, aunque inexpresado, sentido de la culpa del director.
La combinación de episodios impresionistas con las recreaciones típicas de un biopic le otorgan a esta obra una sensación más cercana a una 'performance' que a una experiencia cinematográfica realmente satisfactoria.
Un biopic divinizador repleto de adrenalina y confrontación. Obliga a los espectadores a cuestionar las motivaciones de una película cuya irresponsabilidad eclipsa su superficialidad.
Es exactamente el tipo de biopic 'prestigioso' que uno espera de la televisión pública. Sin embargo, las entrevistas con la actriz Regine Lutz aportan una perspectiva interesante sobre unas memorias cautivadoras.