James Cameron eclipsa al fondo marino en 'Deepsea Challenge 3D', un vacío proyecto de autobombo que nos invita a unirnos a él para maravillarnos de su atrevimiento.
Esta es la cuarta puñalada a una de las más resistentes y, en su origen, más originales franquicias sobre lo sobrenatural. Solía haber entretenimiento en los regateos a la muerte e ingenio en los guiones; ahora solo hay 3D.
Algunas escenas se sienten forzadas e incluso intimidantes. Sin embargo, hay otras que son modestamente reveladoras, y los actores logran transmitir una naturalidad que permite perdonar esos pequeños defectos.
Hala es una joven paquistaní-americana que flota en un limbo entre culturas. Viswanathan está simplemente sublime transmitiendo sin esfuerzo esta bifurcación.
Es demasiado inteligente y sutil para apoyarse en estereotipos. Tiene una volatilidad encantadora que se desarrolla hasta llegar a un clímax inesperadamente emotivo.
Una impresionante historia de venganza con una ambientación algo excesiva y cero sutileza. La total ausencia de desarrollo de personajes en el guion de Catherine S. McMullen resulta frustrante.
Una colisión de contradicciones inesperadamente envolvente y entretenida. Exhibiendo una destreza impresionante, Sono da forma a este trauma con una historia que es completamente coherente y sorprendentemente emotiva.