Aunque tiene un elenco talentoso de actores latinoamericanos, la trama presenta demasiados cabos sueltos. Como thriller, carece del desarrollo necesario para resultar satisfactorio.
Sus 93 minutos fluyen con gran ligereza, haciendo que el público se apega a la familia que acompaña en su viaje por carretera. Solo en los créditos finales es cuando uno se da cuenta de lo mucho que se les ha llegado a querer.
Entre las bromas absurdas sobre sexualidad y los sarcásticos guiños a la hipocresía religiosa, se revela que el relato es en realidad una parábola que evade y se adapta a diversas interpretaciones.
Saca el máximo partido a lo que tiene. Aunque su lado prosaico no encaja del todo con su sexualidad extravagante, al final madura ofreciendo una positividad poco convencional y gratificante.
La adaptación de Coppola ofrece una experiencia visual y sonora exquisita. Kidman brilla con su actuación, pero es Dunst quien realmente destaca como la mejor del elenco. El atractivo estético y la atmósfera de 'The Beguiled' son inmejorables.
Visual y sonoramente, es completamente embriagadora, pero la falta de una interacción nutritiva entre la forma y el contenido hace que sea como emborracharse con el estómago vacío.
Wu Ke-xi brinda una actuación intensa y llena de vulnerabilidad. La noción de cine dentro del cine le permite a Z crear secuencias impactantes que muestran tanto la artificialidad como los desafíos del proceso cinematográfico.
Un retrato asombroso, profundamente envolvente, de una mujer con la capacidad sobrehumana para no odiarse por lo que es, sin importar lo que otros opinen.
Arévalo gestiona su impactante debut con confianza, liderando la narración de manera efectiva y dejando en evidencia la inexperiencia típica de un principiante.
El filme se siente extenso y desorganizado, con cierta indulgencia en algunas secciones. Sin embargo, hay instantes en los que realmente logra conectar y brilla.