Se libera a sí misma de los tópicos de género de películas anteriores. Si las entregas futuras son así de ricas y emocionantes, esto va a durar bastante.
A veces es emocionante, pero con frecuencia resulta frustrante. Representa un tropiezo creativo para el estudio. La actuación de Holland es eficaz, incluso si el guion no le ayuda.
Alimentos, metafísica y un montón de acción gamberra se suman en un resultado sorprendentemente hilarante. Es uno de los argumentos más divertidos contra la existencia de Dios que se ha visto en mucho tiempo.
Una conmovedora mirada a la vida de un grupo en un hogar de acogida que evita la mayoría de los caminos habituales que hay para llegar a los corazones de los espectadores.
Una lección conmovedora y excelentemente ejecutada sobre los límites y el poder de la narración. El guion de Patrick Ness aborda con maestría las emociones necesarias para contar la historia de una familia que enfrenta una enfermedad.
Una historia agradable pero poco intensa. Intenta abordar temas serios relacionados con la enfermedad mental adolescente, la violencia escolar y el bullying, pero lo hace de forma sorprendentemente superficial.
Aparte de algunos sustos efectivos, la película sale adelante con su tenso suspense. El tercio final de la historia funciona mejor de lo que sugiere todo lo anterior.
Mientras que los dos jóvenes protagonistas encajan bien, gran parte del material que gira a su alrededor conspira para prevenir que este se convierta en un debut memorable.
Un delicioso thriller Hitchcockiano. Las excelentes interpretaciones de Sarah Paulson y la recién llegada Kiera Allen crean una atmósfera absorbente que hace difícil apartar la mirada de la pantalla.
Se beneficia de un reparto de alto nivel y tiene la calidad suficiente para atraer a una audiencia selecta. Sin embargo, durante su visualización, evoca otros relatos más ambiciosos sobre la desilusión y los riesgos de la juventud.
Elaborada con la inteligencia y el buen gusto que uno espera de Ejiofor, la absorbente película va mucho más allá de las tiernas imágenes triunfales con las que se cierra el telón.